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La Cirugía Oral es la parte de la Cirugía Maxilofacial que se encarga de tratar una gran variedad de trastornos dentro de la boca, como inclusiones dentarias (muelas del juicio, dientes incluidos, dientes supernumerarios), extracciones dentarias complejas, quistes óseos, infecciones en los maxilares, alteraciones en los frenillos, tumores o lesiones en la mucosa oral.

 

El cirujano maxilofacial es el especialista más capacitado para llevar a cabo este tipo de intervenciones, ya que por sus conocimientos teóricos y formación quirúrgica es la referencia en el tratamiento de las grandes lesiones en el territorio del maxilar y mandibula, por lo que domina perfectamente este tipo de patologías menores.

 

Nuestro equipo cuenta con una amplia experiencia, que nos permite realizar la gran mayoría de estas cirugías de forma rutinaria en nuestra Consulta, bajo anestesia local, anestesia local más sedación consciente endovenosa y de forma ambulatoria. Sin necesidad de acudir al hospital en su mayoría.

Los terceros molares o Muelas del Juicio

 

Los terceros molares (también llamadas “muelas del jucio”) son los últimos dientes en aparecer, erupcionando habitualmente entre los 17 y los 25 años de edad.

Algunas veces los terceros pueden quedar impactados o debajo de la encía, crecer con una inclinación incorrecta, e infectarse. Lo que puede causar problemas.

 

¿Es necesario extraelas?

 

La extracción de los terceros NO es necesaria si:

  • Están sanos

  • Están completamente erupcionados

  • Están correctamente colocados y ocluyen adecuadamente en sus dientes antagonistas.

  • Pueden ser cepillados y limpiados fácilmente

 

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones las muelas del juicio están en la parte más posterior de la boca y no tienen espacio suficiente para salir apropiadamente, lo que puede producir complicaciones. Cuando las muelas del jucio no tienen espacio suficiente quedan atrapadas en el hueso, unas veces completamente incluidas bajo la encía y otras semi-erupcionadas.

 

Dependiendo de si el tercer molar ha salido del todo o no, podemos distinguir 3 situaciones posibles:

·        Terceros molares erupcionados

·        Terceros molares semi-erupcionados

·        Terceros molares retenidos.

 

 

Terceros molares erupcionados:

Cuando una muela del juicio erupciona completamente, la corona está completamente fuera de la encía. A pesar de ello, sin embargo, en muchas ocasiones no existe suficiente espacio y las muelas salen en una posición muy posterior, por lo que al masticar nos mordemos la encía o nos resulta difícil cepillarlas correctamente y terminan produciéndose abscesos o caries. Es estos casos hay que proceder a su exodoncia (extracción).

 

Terceros molares semi-erupcionados:

Si el tercer molar está semi-erupcionado (sólo parcialmente), habitualmente queda un espacio entre la corona de la muela y la encía, por donde pueden penetrar restos de comida o gérmenes habituales de la boca, produciendo infecciones de repetición.

 

Estas infecciones generalmente afectan a la encía que rodea a la corona de la muela (pericoronitis), produciendo inflamación de la zona, dolor y limitaciones para la masticación. La infección puede circunscribirse a las partes blandas o afectar también al hueso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Terceros molares retenidos:

 

Cuando el tercer molar no erupciona habitualmente se debe a que crece en una posición anómala o queda impactado contra la muela precedente.

 

Esta situación puede tener las siguientes consecuencias:

 

  • Apiñamiento dentario: a medida que van intentando salir, la presión progresiva de las muelas del juicio sobre la muela precedente puede llegar a producir dolor. una vez producido el apiñamiento, la extracción del tercer molar no devuelve los dientes a su posición original (no hay nada que los presione hacia atrás) y es necesario un tratamiento con ortodoncia para corregirlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Rizolisis: Otras veces, la presión sobre la muela precedente puede llegar a erosionar la raíz o la corona, con el consecuente riesgo de perder dicha pieza.

     

  • Quistes: Los dientes se forman a partir de una estructura llamada saco folicular, que desaparece en condiciones normales al erupcionar el diente.

    En los dientes que quedan incluidos el saco folicular puede llenarse de líquido y aumentar de tamaño, produciendo quistes alrededor del tercer molar, o tumores (muchísimo más raro).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Diagnóstico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La exploración y una radiografía panorámica suelen ser suficientes.

Tu dentista, ortodoncista o cirujano maxilofacial deberá valorar tu caso y aconsejarte.

¿A qué edad es mejor extraelas?

Las muelas del juicio son más fáciles de extraer en pacientes jóvenes, porque las raíces todavía no se han terminado de formar y el hueso circundante es menos denso. A medida que pasan los años, los terceros molares se hacen más difíciles porque las raíces se desarrollan completamente (pueden afectar al nervio dentario) y el hueso es más denso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Es mejor esperar?

Una vez que tu dentista o tu cirujano maxilofacial ha confirmado que tus terceros molares están impactados y no tienen espacio suficiente para erupcionar por sí solos, hay dos opciones: esperar a que te den complicaciones (infección, dolor, daño a los dientes adyacentes, formación de quistes) o extraerlas antes de que dichas complicaciones aparezcan.

 

Como no hay manera de saber cuándo van a aparecer las complicaciones, y además el paso del tiempo dificulta la extracción, parece más razonable extraerlas cuando está indicado que esperar a que se produzcan dichas complicaciones, porque a veces el daño es irreversible.

 

Si prefieres esperar, es necesario ir realizando radiografías de forma periódica para valorar la situación

 

¿Anestesia local o general?

Nuestra amplia experiencia hace que la extraccion de la muela del jucio sea un proceso rápido e indoloro, que en la inmensa mayoría de los casos se realiza en nuestra Consulta, bajo anestesia local, sedación endovenosa y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.

 

¿Cuánto se tarda?

Habitualmente no solemos tardar más de 15 - 20 minutos, aunque el tiempo puede variar un poco en función de la posición de la pieza y la forma de las raíces por cada tercer molar.

 

De una en una? De dos en dos? ¿Todas a la vez?

 

Cuando es necesario extraer las cuatro muelas del juicio tenemos varias opciones:

  • Todas a la vez; Siempre que sea posible debemos extraer simultáneamente las 4 muelas del juicio en la misma cita. debido a que los cuidados de antes, durante y después de la cirugía, sean únicos y no se prolonguen durante varias sesiones. Además, los medicamentos empleados sirven para todos los molares y finalmente evitamos que nuestro paciente pase por ese periodo de ansiedad varias veces

  • Primero dos de un lado y, 4-6 semanas después, las otras dos. 

  • De una en una.

 

Tratamiento

Cuando el tercer molar está incluido o semi-erupcionado, hay que realizar una pequeña incisión para acceder al mismo. Dependiendo del grado de impactación y de las raíces de la pieza, puede ser necesario dividir la muela, separando la corona de las raíces. Esto nos permite extraer el molar a través de una incisión de menor tamaño. Otras veces, si las condiciones son más favorables, es posible extraer la pieza entera.

 

 

CANINOS INCLUIDOS

 

 

 

 

 

 

 

 

Los caninos (vulgarmente llamados “colmillos”) son los segundos dientes más propensos a quedar incluidos después de las muelas del juicio. A diferencia de éstas, los caninos son dientes con una gran importancia para la correcta masticación.  Son los dientes que tienen la raíz más larga, y están diseñados para ser el primer diente que contacta con la otra arcada al cerrar la boca, y servir de guía para que el resto de dientes muerdan correctamente

 

Por todo ello es muy importante descubrir a tiempo si tienes un canino retenido para tratarlo cuanto antes, porque cuanto más tiempo pase más dificil será que el diente pueda salir. La inclusión de los caninos es mucho más frecuente en el maxilar superior (89%) que en la mandíbula (11%), y hasta en un 20% de los casos puede ser bilateral.

 

Es más frecuente que estén por palatino (entre los dientes y el paladar, 87%) que por vestibular (entre los dientes y el labio, 8%). Un 5% se localizan a medio camino entre palatino y vestibular.

 

¿Cómo sospechar que tengo un canino incluido?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Canino temporal (azul) de menor tamaño que el canino definitivo incluido (rojo)

 

De los seis dientes anteriores, los caninos suelen ser los últimos en erupcionar cuando se caen los dientes temporales (de leche). Normalmente salen sobre los 13 años, y muchas veces son los que cierran el espacio que puede haber entre los incisivos centrales.

Si no recuerdas que se hayan caído los caninos temporales, o si el tamaño de tus caninos es más pequeño de lo normal, es posible que tengas un canino retenido.

 

Diagnóstico

El diagnóstico inicial se realiza mediante una radiología simple: panorámica y oclusal. Es conveniente realizar una radiografía de control a los 8-9 años para comprobar si la erupción dentaria está siendo correcta o existe algún impedimento. Una vez confirmado, es conveniente realizar una exploración más exahustiva mediante los modernos TACs de Haz de Cono (Cone beam), que nos proporcionan mucha más información al localizar el canino en los 3 planos del espacio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tratamiento de los caninos incluidos

Hay 3 opciones terapéuticas:

a.- Facilitar la erupción espontánea (tratamiento interceptivo):

b.- Exodoncia temprana del canino temporal:

c.- Botón y tracción ortodóntica

 

Boton y tracción ortodoncica; Consiste en realizar una pequeña ventana en el hueso a través de la cual se expone la corona del canino incluido, para poder colocar después un dispositivo de tracción ortodóncica (Botón o brackts redondo) por el cual se tracciona al diente para llevarlo a su sitio.

 

Este tratamiento debe ser coordinado entre el cirujano y el ortodoncista, que previamente habrá ido creando el espacio necesario para el diente en la arcada. Una vez realizada la colocación del botón, el paciente deberá volver a su ortodoncista para que inicie la tracción ortodóncica.

 

3.- Exodoncia quirúrgica del canino:

Lamentablemente, no siempre se puede llevar el diente al sitio. Esto depende de múltiples factores como la inclinación del diente, edad del paciente, la posible presencia de anquilosis (unión del diente al hueso)… En estos casos es aconsejable extraer la pieza para evitar problemas en las raíces de los dientes ya erupcionados.

 

El canino se extirpa, entonces, mediante una intervención bajo anestesia local.

¿Cuándo hay que extraer quirúrgicamente un canino incluido?

  • Canino anquilosado

  • Reabosorción raíces dientes adyacentes (sobre todo incisivo lateral)

  • Impactación severa

  • Quistes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Diente supernumerario

Son dientes que aparecen de forma adicional al número de piezas de la dotación dental normal (que es de 20 dientes deciduos o “de leche” y 32 permanentes).

 

La presencia de dientes supernumerarios recibe el nombre de Hiperdoncia. Aparecen aproximadamente en el 2.5% de la población. Aunque la causa es desconocida existe una cierta predisposición familiar. Cuando la anomalía se restringe a dientes supernumerarios, con frecuencia se hereda con un carácter autosómico recesivo. En algunas ocasiones pueden asociarse a síndromes complejos, como disóstosis cleidocraneal, síndrome de Gardner, querubismo, síndrome de Fabry, síndrome Hallemann-Strieff .

 

Su presencia puede dificultar la erupción de los dientes normales, por lo que suele ser necesaria su extracción.

¿Dónde aparecen?

La mayoría aparece en el maxilar superior (90-98 % de los casos), sobre todo en la zona central (premaxila) y, dentro de ella, en la línea media.

¿Cuándo sospechar un diente supernumerario?

Cuando faltan uno o más dientes en la arcada, o existen malposiciones dentales severas, hay que hacer una radiografía para descartar que esas alteraciones se deban a un diente supernumerario incluido que no deje erupcionar correctamente a los dientes normales.

¿Qué consecuencias pueden tener?

Si llegan a erupcionar pueden ocasionar apiñamiento en la dentición normal.

Si permanecen incluidos en los maxilares pueden ocasionar reabsorción radicular, interferir con la secuencia de erupción normal y los folículos de los dientes no erupcionados pueden degenerar en quistes dentígeros (foliculares).

 

 

 

 

 

 

 

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Diagnóstico

 

La mayoría de los casos son asintomáticos y se descubren en un examen radiográfico de rutina.  La mayoría permanecen incluidos, sólo un 25% erupciona total o parcialmente.

Hay que descartar un diente supernumerario en caso de:

  • Dientes retenidos o retraso en la erupción

  • Erupciones ectópicas

  • Malposición dentaria y problemas oclusales

  • Diastemas

  • Desplazamiento dental

  • Problemas estéticos y funcionales

  • Quistes derivados del folículo del supernumerario

  • Caries en los dientes vecinos por el aumento de retención de placa por el supernumerario

  • Rizolisis (reabsorción prematura dental) y lesiones periodontales por la compresión sobre las raíces de los dientes adyacentes

  • Pérdida de vitalidad dental

 

El método más fiable para el diagnóstico son las radiografías: ortopantomografía, radiografía periapical y rx. oclusal.

Se debe tener cuidado en no pasar por alto dientes supernumerarios en las radiografías, especialmente en niños con dientes deciduos (por la superposición de las piezas de leche y las permanentes) o porque la imagen del diente quede distorsionada por estar fuera del plano focal (si, por ejemplo, el diente está en el paladar).

Ortopantomografía de paciente con dentición mixta: los "dientes de leche" están coloreados en amarillo, y los dientes supernumerarios en rojo; los dientes permanentes, en blanco, no han erupcionado todavía salvo los primeros molares.

El diagnóstico óptimo se realiza mediante unTAC de Haz de Cono, que nos permite conocer la localización exacta en los 3 planos del espacio.

 

Tratamiento

El tratamiento deberá decidirse en cada caso analizando el supernumerario (forma, posición, efecto real o potencial sobre los dientes vecinos…)

El tratamiento consiste, generalmente, en la extracción quirúrgica del diente supernumerario, ya que si llegan a erupcionar pueden ocasionar apiñamiento en la dentición normal, y aquellos que permanecen en los maxilares pueden ocasionar reabsorción radicular, interferir con la secuencia de erupción normal y los folículos de los dientes no erupcionados pueden degenerar en quistes dentígeros (foliculares).

 

No hay acuerdo en el momento óptimo para realizar la extracción. Algunos autores prefieren esperar hasta los 10-12 años para evitar el riesgo de lesión de dientes adyacentes, cuyo ápice se está formando, salvo que el diente esté produciendo un retraso en la erupción, interfiera con el desarrollo simétrico o haya evidencia de formación de un quiste.  Otros autores consideran que la extracción precoz de los supernumerarios no afecta al desarrollo radicular, ni a la fuerza eruptiva de los dientes adyacentes.

 

El tiempo ideal para la exodoncia de supernumerarios en la región anterior es aproximadamente a los 6-7 años de edad, cuando las raíces de los incisivos centrales están en desarrollo, pero no completamente formadas.  Es importante monitorizar el espacio y la oclusión durante este periodo.  Una cirugía temprana puede causar daño al brote dental, sin embargo, la intervención retrasada puede ser igualmente peligrosa.

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Torus y exotosis

 

Los torus son un tipo de exóstosis óseas (crecimiento anormal de hueso, no tumoral, que produce una protuberancia sobre la superficie), que pueden aparecer tanto en la cara interna de la mandíbula como en el paladar. Tienen un crecimiento muy lento, y hasta en un 90 % de los casos pueden ser bilaterales. Histológicamente muestran la estructura del hueso cortical maduro. Radiológicamente aparecen como lesiones radio-opacas difusas.

 

Torus Palatinos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aparecen en la línea media del paladar duro, con formas diversas (planos, fusiformes, nodulares o polilobulados). La mucosa que los cubre suele estar íntegra, a veces algo más pálida, aunque si se traumatiza se ulcera con cierta facilidad y puede tardar en cicatrizar.

Son frecuentes, aparecen hasta en un 20% de la población.

El tamaño puede variar desde tan pequeños que pasan inadvertidos y se detectan por palpación, hasta otros que llegan a ocupar todo el paladar interfiriendo con el habla normal.

Habitualmente se localizan en la porción central de la línea media del paladar, aunque también pueden aparecer en la parte anterior o posterior.

 

Torus Mandibulares

  • Son más raros que los palatinos (cerca del 8% de la población).

  • Aparecen en la superficie lingual de la mandíbula, sobre todo en la zona de los premolares, aunque pueden extenderse hacia los molares o hacia los incisivos.

  • Pueden tener varias formas, con protuberancias únicas o múltiples.

 

Exostosis

Son protuberancias óseas de tamaño variable, generalmente menores que los torus, con formas nodulares, pediculadas o planas, que aparecen sobre la superficie ósea de los maxilares como una formación bajo la mucosa dura, no dolorosa y bien delimitada. Son más frecuentes en el maxilar superior, cerca de los caninos (colmillos).

¿Siempre hay que extirpar los torus?

No. Las exostósis y torus carecen de significado patológico y rara vez adquieren importancia clínica. El tratamiento de elección es quirúrgico, pero solamente hay que extirparlos cuando se cumpla alguna de las siguientes condiciones:

  • Protésis Dental: cuando el volumen del torus o la exóstosis interfiere con una prótesis dental, haciendo que no ajuste bien o no sea estable, o simplemente produce molestias por el roce con la prótesis.

  • Fonación: cuando sean tan grandes que interfieran con el habla normal del paciente.

  • Traumatismos de la mucosa: un tamaño grande, puede provocar la inflamación, ulceración y traumatismo constante de la mucosa de revestimiento del torus.

  • Limitación para la higiene oral: cuando la forma es polilobulada pueden quedar huecos difíciles de limpiar donde se acumulen alimentos produciendo halitosis.

  • Cuando este comprometida la estética del paciente.

  • Cuando estén afectados por otros procesos (neoplasias, infecciones…)

 

¿Cómo se tratan?

En los casos en que está indicado, el tratamiento es quirúrgico: la lesión se extirpa mediante una sencilla intervención, de forma rápida e indolora.

¿Anestesia Local, anestesia local más sedación endovenosa o anestesia General?

Nuestra experiencia nos permite extirpar prácticamente todos los torus de forma rutinaria bajo anestesia local y sedación endovenosa y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.

Frenillo Labial

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Frenillo Labial Superior:

El frenillo labial es una estructura normal que consiste en un pliegue de la mucosa del labio localizado en la línea media, que une por un lado la superficie interna del labio y, por otro, la encía en la línea media. Normalmente, el frenillo del labio inferior es más pequeño que el del labio superior.

En algunos niños a partir de los 2 años es posible apreciar un frenillo hipertrófico (más grueso), que se inserta más abajo de lo normal y se mete en profundidad entre los dos incisivos centrales superiores, produciendo una separación de éstos (diastema interincisal).

 

¿Que Consecuencias tiene?

El frenillo labial superior de implantación baja produce principalmente un problema estético de diastema interincisal. En casos extremos, puede generar también dificultad para mover el labio superior o alteraciones de la fonética del paciente produciendo un sonido balbuceante o de silbido por el espacio existente.

 

¿Hace falta operarlo?

Los frenillos van a ir cambiando de forma, tamaño y posición a medida que el reborde alveolar del niño va creciendo, disminuyendo en extensión e importancia por la presión que realiza la erupción de los dientes definitivos. Por este motivo, lo que puede parecer un frenillo anormal a los cuatro años de edad, se puede volver normal a los 8 ó 10 años.

De hecho, el diastema interincisal superior es habitual en el 98% de los niños entre los 6 y 7 años, pero entre los 12 y los 18 años aparece sólo en el 7%.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La tracción del labio superior hacia arriba y hacia delante puede ser una prueba diagnóstica útil: si el segmento interdental se isquemiza (blanquea por falta de riego), es probable que el frenillo no se corrija con el tiempo y sea necesario operarlo.

Salvo en los casos muy severos, la repercusión es exclusivamente estética (separación de los incisivos centrales). Esta separación, además, suele corregirse espontáneamente por la presión que realizan al salir los incisivos laterales y los caninos permanentes, que tiende a cerrar el espacio y reposicionar el frenillo hacia arriba, que termina atrofiándose.

Si esto no ocurre así es posible que la causa de la separación dental sea la inserción baja del frenillo labial hipertrófico, aunque también hay que descartar la presencia de un mesiodens (diente superumerario localizado en linea media), succión digital, quiste del conducto nasopalatino, aumento del perímetro maxilar y agenesias dentarias (especialmente de los incisivos laterales).

 

¿Cuándo hay que operarlo?

Podemos esperar hasta la adolescencia temprana que es cuando erupcionan los caninos definitivos, por si las fuerzas mesiales ocasionadas por éstos fueran capaces de desplazar hacia arriba el frenillo y cerrar espontáneamente el espacio.

En otras ocasiones, debido a indicaciones ortodóncicas o a la ansiedad de los padres, dicho tratamiento se puede realizar en edades más tempranas, siempre con la erupción de incisivos centrales y laterales.

El tratamiento quirúrgico del frenillo labial superior está indicado si:

  • El frenillo causa y mantiene la separación de los incisivos centrales superiores.

  • El frenillo causa y mantiene un pliegue del labio, hacia afuera o hacia adentro.

  • En pacientes de edad avanzada portadores de prótesis dentales, la persistencia del frenillo tanto superior como inferior puede dificultar la retención de la prótesis o la aparición de fenómenos irritativos en el mismo frenillo por el roce de la prótesis; en estos casos también será necesario el tratamiento quirúrgico.

 

¿En qué consiste la cirugía?

La frenectomía es una pequeña intervención que habitualmente realizamos bajo anestesia local y de forma ambulatoria en la consulta si el niño tiene 5-6 años o más. algunos pacientes utilizamos realizarla bajo anestesia local más sedación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Frenillo Labial Inferior

 

El frenillo en el labio inferior ocasiona muchas menos alteraciones que el superior. El tratamiento quirúrgico está indicado cuando produce retracción de la encía por tracción del labio, o gingivitis por dificultad para permitir una higiene bucal correcta. El tratamiento es el mismo para el superior, no requiere ingreso hospitalario y al cabo de unas horas se puede realizar una vida completamente normal.

 

Frenillo lingual

El frenillo lingual es un pliegue vertical de mucosa que une la parte libre de la lengua con el suelo de la boca en la línea media.

Algunas veces el frenillo lingual puede ser anormalmente corto y limitar los movimientos de la lengua, impidiendo que el niño saque la lengua más allá de las encías o dientes, o que con la boca abierta pueda tocarse el labio superior o el paladar. Es lo que se denomina “frenillo corto”o “anquiloglosia (lengua fija).

En los niños con frenillo corto, generalmente esta banda de tejido nace demasiado cerca de la punta de la lengua, aunque también puede aparecer como un frenillo demasiado corto o inflexible. Cuando el niño levanta o saca la lengua, su punta pierde la forma redondeada y aparece una muesca en forma de “v”, debido a que el frenillo tira de ella.

Algunos de los frenillos cortos son mucosas delgadas, mientras que otros son adherencias gruesas fibrosas

 

¿Qué consecuencias puede tener?

Un frenillo labial excesivamente corto puede producir las siguientes alteraciones:

Alteraciones del lenguaje y del habla

La limitación para elevar la lengua puede producir dificultad para pronunciar los sonidos en que la lengua debe contactar con el paladar, como las consonantes “t”,”d”, “n”,”l” y problemas para pronunciar correctamente la “r” (rotacismo). Sin embargo, la mayoría de los niños se adaptan con facilidad y la pronunciación llega a ser aceptable.

Es muy importante que el niño sea valorado por un foniatra o un terapeuta de lenguaje, para que explore la apariencia física del frenillo lingual y la repercusión real en la funcionalidad de la boca, porque en ocasiones las alteraciones en la pronunciación pueden deberse a otro tipo de problemas (neurológicos, psocilógicos…)

 

Trastornos de la alimentación

La lengua juega un papel muy importante en la lactancia, porque ayuda al pezón a adoptar la posición adecuada dentro de la boca y luego comprime la aréola contra el paladar duro, con movimientos ondulantes (1 o más por segundo, según el flujo de leche obtenido),  para exprimir el pecho y extraer la leche. El lactante no succiona más que para introducir aréola y pezón en la boca y mantenerlos allí, es la lengua la que exprime la glándula mamaria.

 

 

El frenillo lingual corto puede dificultar la lactancia en función de la longitud y grado de flexibilidad de lengua que queda libre y del suelo de boca. Sin embargo, esta limitación para la alimentación suele ser compensada por el bebé de diversas formas, de modo que es infrecuente encontrar verdaderos problemas en el amamantamiento.

 

Lesiones traumáticas

El roce del frenillo con los incisivos inferiores puede producir heridas o incluso un desgarro completo.

 

¿Es aconsejable la cirugía?

Se considera que la alteración es importante cuando:

– La punta de la lengua no puede sobresalir más allá de los dientes o del borde de las encías.

– Cuando la punta de la lengua tenga una muesca al sacar la lengua al máximo de la boca.

Hace unos años, el frenillo lingual corto se trataba al nacer para prevenir problemas de lactancia y del habla. Actualmente se tiende a un tratamiento más tardío salvo en casos muy severos donde se vea comprometida la lactancia, ya que la principal repercusión de este problema es la pronunciación.

La edad ideal para el diagnóstico es entre los 2-3 años, porque el habla se encuentra en pleno desarrollo y se puede manejar mejor.

Las indicaciones para el tratamiento quirúrgico son: 

1. Trastornos del habla, en especial para la articulación de la palabra y sólo en aquellos niños que hayan sido evaluados por un profesional (foniatra).

2. Niños con limitaciones mecánicas evidentes (incapacidad para sacar la lengua y tocarse el labio superior con la punta).

3. Recién nacidos y lactantes con problemas para alimentarse y succionar.

 

Tratamiento

Tratamiento conservador

En los casos leves, cuando el frenillo corto está en el límite bajo de la normalidad, el tratamiento por un logopeda puede compensar las limitaciones y evitar la cirugía.

 

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento de elección del frenillo lingual corto es la frenectomía, que consiste en la eliminación de la banda de tejido fibroso que limita el movimiento de la lengua, alargando el tejido mediante una plastia.

 

Esto se realiza previa terapia de fonación

 

 

 

Quistes oseos

 

Un quiste es una cavidad patológica con contenido líquido, semiliquido o gaseoso, no originada por el acúmulo de material purulento, y que suele estar, aunque no necesariamente, revestido de epitelio.

Pueden aparecer tanto en el maxilar superior como en el maxilar inferior (mandíbula).

 

¿Deben extirparse?

Estos quistes deben extirparse por varias razones: crecen de forma lenta pero progresiva, destruyendo el hueso circundante; pueden llegar a infectarse; y, lo que es más importante, es necesario tener la certeza de que la lesión sea realmente un quiste y no un tumor de aspecto quístico. Muchas lesiones que destruyen hueso ocurren en los maxilares y producen imágenes radiográficas muy similares a las de un quiste.

 

¿Qué complicaciones produce el crecimiento de un quiste?

El debilitamiento de la estructura ósea que produce el quiste al ir destruyendo el hueso contiguo puede producir fracturas patológicas, sobre todo de la mandíbula, o daño en los dientes adyacentes (aflojamiento, desplazamiento y/o reabsorción). Además, un quiste grande puede invadir estructuras vecinas como la cavidad nasal o el seno maxilar, produciendo obstrucción nasal, sinusitis y hasta lagrimeo (epífora) si se obstruye el conducto nasolagrimal.

 

Obviamente, dado el lento crecimiento, en algunos casos como en pacientes ancianos o muy debilitados con quistes pequeños, o si existen enfermedades sistémicas graves asociadas, puede ser más prudente no intervenir y seguir un control riguroso. En cambio, como la mayoría de las personas jóvenes son sanas y sus heridas curan pronto, es fundamental tratarlos cuando antes.

 

Opciones de tratamiento

  • Extirpación y legrado de la cavidad

  • Marsupialización

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Apicectomias

 

Algunas piezas dentarias sufren a veces un foco periapical, que es un proceso inflamatorio o infeccioso localizado en el hueso que rodea la punta de una raíz (denominada ápice). El tratamiento habitual de este problema es realizado por el dentista y se denominaEndodoncia. Consiste en limpiar el foco mediante una abertura en la corona a través del canal radicular, retirando la pulpa (“matar el nervio”) y sellando finalmente la cavidad con un material denominado gutapercha.

 En ocasiones, la endodoncia no es capaz de eliminar completamente un foco periapical, las molestias persisten, y es necesario un procedimiento quirúrgico denominado Apicectomía para solucionar el problema.

 

Para ello se realiza una pequeña incisión en la encía cercana a la pieza dentaria, exponiendo el hueso subyacente y extirpando bajo visión directa el tejido afectado. Una vez hecho esto, se retira también la punta de la raíz para evitar que queden restos atrapados en ella, y se tapona el conducto radicular desde arriba (“obturación a retro”) para complementar el sellado que se hizo con la endodoncia. Finalmente se sutura la encía.

 

 

Fases del tratamiento

¿Anestesia local o general?

Nuestra amplia experiencia nos permite que las apicectomías sean un proceso rápido e indoloro, que se realiza en nuestra Consulta bajo anestesia local, sedación endovenosa y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.

 

 

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